Podía
pasar en medio de una sinfonía de Johannes Brahms: click. "Este
espantoso ruido me sacaba de quicio", cuenta Peter C. Goldmark en sus memorias. Click. La aguja
del gramófono llegaba al final del disco de acetato. La música se
interrumpía abruptamente. El placer de escuchar dejaba de serlo.
Esto,
que en 1945 era cosa común para quién escuchaba un disco, fue lo
que movió a Golmark, como ingeniero de la Columbia Broadcasting
System (CBS) a concentrarse en el desarrollo de un disco de larga
duración. Tres años más tarde, el 21 de junio de 1948, el equipo
de Goldberg presentaba en el Hotel Waldford Astoria de Nueva York
el resultado de su trabajo: el disco de larga duración -en inglés
"long play", abreviado LP.
La
historia de cómo fue inspirado Golmark para crear el LP ha pasado
a la leyenda.
La
idea de un disco de larga duración no era nueva. Ya en los años
30, y sólo interrumpidos por la Segunda Guerra Mundial, varios equipos
trabajaban en el desarrollo de un sistema que lo lograra. Efectivamente,
la rival Radio Corporation of America (RCA-Víctor) había tropezado
con problemas técnicos. CBS Records mantiene en torno al LP un secreto
semejante al de los militares en torno a la bomba atómica",
comentaba entonces el seminario "Newsweek".
Valió
la pena. La CBS Records engañaba no sólo a los consumidores sino
también a la competencia: el nuevo LP podía tocar efectivamente
45 minutos de música. "En un disco cabe una sinfonía entera"
decía al asombrado auditor el primer LP de demostración lanzado
al mercado. El disco, de cloruro de polivinilo y 30 centímetros
de diámetro, era irrompible, cosa que ya le daba ventaja sobre los
discos fonográficos en uso en esa época, que en lo fundamental no
habían cambiado desde el año 1895.
Al
contrario de los discos de acetato, el LP gira no a 78 sino a sólo
33 1/3 revoluciones por minuto (RPM). Sus microsurcos -tan finos
como un cabello humano- incrementaban enormemente la calidad: en
lugar de los 33 surcos que un disco de 78 rpm tenía por centímetro,
el LP tenía 118 surcos. Más aún, era más liviano y ocupaba menos
lugar. Lo que un coleccionista acumulaba en 2,4 metros de estantería
ocupaba sólo medio metro en la misma música grabada en LPs.
"Es
el disco del futuro" decían al unísono vendedores y compradores,
que junto con el disco, tenían que comprarse además un tocadiscos
en lugar del viejo fonógrafo. A largo plazo el cambio resultaba
económico, pues un LP costaba menos que los cinco discos de acetato
necesarios para la misma cantidad de música.
El
disco más vendido en 1948 fue la "Rapsodia en Azul" de
George Gershwin seguido de la "Suite Cascanueces: de Tschaikowsky
y la Quinta Sinfonía de Beethoven. Hasta fines de ese año ses habían
vendido ya dos millones de LPs.
El
triunfo definitivo del LP, no obstante tuvo que esperar. Esto, porque
el rival RCA-Víctor no quiso embarcarse en la producción del LP,
sino que sacó al mercado en 1949 su propio disco de 45 rpm, un disco
que necesitaba su propio tocadiscos y que fascinó a la juventud
desde el comienzo. Los aficionados a la música tenían que decidirse:
aquí comenzó la guerra de las velocidades.
El
LP de 33 1/3 rpm era más apropiado en la música clásica, mientras
el "single" o sencillo: de 45 rpm, más pequeño, era favorecido
por los fabricantes de máquinas tragamonedas, las Wurlitzer o "jukebox"
de la época.
En
1950 la RCA-Víctor abandonó definitivamente la batalla por el formato
y adoptó el disco de larga duración. Los "singles" de
45 rpm, sin embargo, siguieron siendo el formato favorito de la
música popular hasta entrados los años 80s.
El
LP consagró pronto sus grandes éxitos con las comedias musicales
en boga en Broadway -"South Pacific" y "My fair Lady",
mientras otras corrientes musicales recibían también impulso gracias
el LP Louis Armstrong calificaba el LP de 33 1/3 rpm como "lo
mejor que podía haber ocurrido al jazz".
"Long
play" y su abreviatura LP eran marcas comerciales registradas
de la CBS Records, pero pronto se popularizaron como el nombre genérico
de los discos de larga duración.
El
disco de vinilio se mantuvo como el disco del futuro sin variaciones
hasta que, en 1979, fue destronado por el disco compacto o CD, abreviatura
del inglés "compac disc".
Desde
los tiempos de la invención del fonógrafo por Marconi, el sonido
había sido grabado y reproducido hasta entonces mecánicamente mediante
una aguja sobre el disco. Con el advenimiento del CD, el sonido
pasa a ser almacenado bajo forma de "información digital"
producto de la revolución que la física cuántica había operado en
la tecnología.
En
1987 se vendieron por primera vez en el mundo más CD's que LP's.
El disco de larga duración desapareció rápidamenete del comercio
hasta convertirse en nostálgica pieza de colección.
Hoy,
sin embargo, el LP está viviendo un renacimiento especialmente en
Estados Unidos y Japón. Las cifras de venta se han triplicado entre
los años 1992 y 1997: 8,3 millones de LP se vendieron el año pasado
en Japón frente a 272 millones de discos compactos.
"Aunque
el mercado del LP haya dejado de ser grande, lo seguirá habiendo",
dice John Ganoe, vicepresidente de la asociación de la industria
del disco en Estados Unidos.
Los
amantes de los discos de vinilo y muchos discjokeys siguen prefiriendo
el sonido del LP. Para los coleccionistas, las carátulas de los
discos de larga duración son obras de arte que no tienen equivalencia
con los pequeños estuches de plástico de los discos compactos.
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