"I got a woman", una canción de 1954, interpretada por Ray Charles, es el más antiguo antecedente que tiene la música soul. En ese tema se fundían por primera vez el gospel, el pop y el rhythm & blues. Una combinación que iba a tener su peak de popularidad en la década de los sesenta.

El nacimiento de este estilo, aparte del mencionado Charles, es responsabilidad de otros tres pioneros, todos provenientes de distintas corrientes. El primero, Jackie Wilson, tocaba en un grupo vocal netamente R&B; el segundo, Sam Cooke, era el cantante líder del grupo gospel Soul Stirrers y el tercero, quizá el más célebre de todos, James Brown, quien coqueteaba con el pop, desde su R&B emocional y de letras maduras.

La evolución del R&B hacia esta nueva forma se dio con más fuerza a principios de los sesenta con Ray Charles y "The hardest working man in showbiz", un éxito de J.Brown. Una serie de sellos independientes como Atlantic, Stax/Volt y Tamla Motown están inseparablemente unidos al soul. Cada uno de estas etiquetas tenía su estrella local y un sonido propio y característico, asociado a determinados lugares: Memphis y el Sur (Stax), Detroit (Motown).

Hablar de la casa discográfica Motown es hablar de un sonido particular, para algunos, un estilo más dentro de la historia de la música popular. Entre sus estrellas de la época destacaban Smokey Robinson, The Temptations, Martha & The Vandellas, Marvin Gaye, Stevie Wonder, The Supremes, Mary Wells, The four Tops y The Jackson Five, por nombrar algunos. Motown se caracterizaba por una producción musical de primer nivel, con discos que privilegiaban lo melódico y vocalistas con un talento único.

La más dura competencia de Motown era Stax/Volt, un sello de sonido más funky, más cercano a las raíces del soul y con preponderancia de riff rockeros. Aquí pertenecían figuras como Otis Redding, Wilson Pickett, Carla Thomas y Sam & Dave.

A finales de los sesenta, la etiqueta sería absorbida por Atlantic Records, que también venía consolidándose como una de las mayores potencias soul, con Solomon Burke (hace poco hablamos de su nuevo disco), Percy Sledge y Aretha Franklin.

Otras dos ciudades ofrecían también lo suyo, aunque en un perfil algo más bajo. New York tenía el soul algo "aburguesado" y más pop de Chuck Jackson y Maxine Brown; el más purista de Garnett Mimms; y otros que combinaban ambas características como Ben E. King (como solista y vocalista de Drifters). Chicago, en tanto, presentaba sus cartas: The Impressions, Jerry Butler, Betty Everett, Major Lance y Gene Chandler, que traían un sonido dominado por bronces y armonías vocales planas.

Con la partida de la década de oro del soul (los años '60), los sellos empezaron a ampliar el espectro de su sonido. Motown, por ejemplo, se abrió a la psicodelia y las letras sociales con canciones como "Cloud Nine" de los Temptations. Sly & the Family Stone mezclaron su discurso hippie con las melodías funk en sus discos. Artistas como Ike & Tina Turner fundieron el soul con el rock y el ryhthm & blues. Ya en los '70, Stevie Wonder y Marvin Gaye se alejaron de la presión de los sellos por conseguir hits y se adentraron en sus discos más personales e influyentes.

James Brown, quien había alcanzado el clímax del soul con "Soul brother number one", comienza su exploración en el funk Este hombre contribuyó de modo decisivo a que en los '70 se desarrollaran el rap, el swingbeat, el hip-hop y el dance-funk.

El grupo que acompañaba a James Brown, Famous Flames, se convirtió en dichos años en los "JBs". Pee Wee Ellis, Fred Wesley y Maceo Parker, miembros de aquella legendaria agrupación, desarrollaron luego exitosas carreras en solitario demostrando así la vigencia y longevidad de su música.

A mediados de los setenta el soul dio paso a ritmos más bailables, como el funk y el disco. Aun cuando el soul viene siendo absorbido por las más diversas tendencias musicales desde los años '70, sus características decisivas se conservan: integridad, power y feeling.

El soul debe ser uno de los géneros más diversos de la era rock y ayudó a plasmar, en una forma de arte, la experiencia afroamericana. La pasión, el orgullo y el optimismo contenidos en sus acordes, reflejan ya lo decíamos anteriormente- la idiosincrasia de una raza siempre oprimida y que sacaba a la luz sus sentimientos.

Básicamente el soul combina el rhythm & blues, el gospel y el pop. El ingrediente gospel era más evidente en sus emocionales, sentidas y, a veces, jubilosas interpretaciones y armonías vocales. Secciones de rock, poderosos arreglos de bronces y un fuerte trabajo de ensamble vocal e instrumental son también características del sonido soul clásico.

La transformación sufrida por el R&B hacia el soul, durante los sesenta, está marcada por los arreglos, que se vuelven mucho más intrincados y las voces, que transitan en ese mismo sentido (el de lo complejo).

Las letras, generalmente de amor y romance, maduran, alejándose de los discursos adolescentes de principios del rock & roll. El tema de la relación hombre-mujer se trata ahora elegantemente, desde una perspectiva más compleja , que incluye lo dulce, pero también las experiencias amargas.

El soul funcionó como un movimiento político en los 60s gracias a su cercanía a los movimientos por los derechos civiles. Curtis Mayfeld compuso, por ejemplo, éxitos como "Move on up" (1970), una coral de la
meditación y el entendimiento que se opuso a la violencia y la intolerancia desatadas por el asesinato de Martin Luther King.

 

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